LOS RECUERDOS.
de Greis Espindola Toriano, el Lunes, 21 de febrero de 2011 a las 10:19
Alguien dijo una vez, que los recuerdos deberían ser, como esas piedras arrojadas al mar, porque una vez que las arrojan se hunden para siempre en lo profundo y no afloran jamas, que lo único que ves de ellas luego de sumergidas es una estela ondulante y circular que desaparece al cabo de unos segundos.
¿ Pero de verdad es un buen deseo? ¿Acaso, no somos nosotros artífices de los momentos, que hoy, son recuerdos, pero que ayer moldeamos en presente de horas, minutos y segundos, que complementamos con echos, gestos y palabras, que enmarcaron por así decirlo nuestra existencia, el ser quien hoy somos. Entonces por que empeñarse en borrarlos, en exiliarlos de nuestras vidas, si aunque a veces sean dolorosos, hirientes, son la parte de nosotros mismos, que nos permite, hoy y aquí, poder descubrir, lo que, en aquel entonces, nos estuvo vedado.¿ Por que perder la autentica dualidad de la pertenencia entre aquel tiempo y este? ¿ o negar que somos en este momento, la salvedad de un remiendo, de los harapos con los que una vez cubrimos nuestros cuerpos, nombrándolos ahora, como inexperiencia, equivocación, o malos o buenos recuerdos.
Quizás sea porque estamos muy arraigados a ese facilismo de conjugar los verbos de a acorde a como nos "queda el traje"
YO AME, ( pretérito perfecto simple), A, pero ahora, yo Amo (presente) a otro, yo una vez pensé que..., pero hoy mi perspectiva es otra, ven cambian los tiempos, pero no los hechos, y los echos, son los recuerdos que te te servirán de aprendizaje, que crearan lo que llamamos memoria, esa misma memoria que tu hoy quieres desterrar, es la que te protege, la que detiene tus pasos, la que te formara según pasen los años en la persona que día a día te empeñas en hacer de ti, la que sera la semilla que luego sera árbol, leño, cuna o féretro, pero que por todo el tiempo que vivas y aun en la eternidad te nombre por siempre, TU, por eso te invito a no desechar los recuerdos, dales un lugar en tu memoria, no los etiquetes como peores o mejores, todos ellos tienen o tuvieron una razón de ser, no los arrojes al mar, como si solo fueran UNA PIEDRA.